14/06/2024

Errores comunes en las instalaciones de drenaje y destrucción de productos

drenaje

Los sistemas de drenaje y destrucción de productos son esenciales para la gestión de residuos. Su función es la de tratar de manera adecuada aquellos recipientes que contienen líquidos. Por desgracia, al usarlos se cometen varios errores que conviene que conozcas.

Principales errores en estas instalaciones

En las instalaciones de destrucción y drenaje en la industria pueden darse numerosos errores. La mayoría no causan grandes daños, pero es conveniente tenerlos en cuenta para que no crezcan. De entre todos, merecen tu atención estos cinco:

  • Inundaciones. Se producen cuando el líquido no discurre como debería a través de los sistemas de evacuación. Se produce una acumulación en un área que, a su vez, termina por generar problemas adicionales. Te verás abocado a eliminarla en algún momento, lo que te costará dinero.
  • Erosión del suelo. Es la consecuencia natural de no disponer de una manera efectiva de drenar el agua. Esta fluye por una superficie a gran velocidad y la va desgastando. Con el paso del tiempo, surgen daños de diversa gravedad.
  • Contaminación del agua. Si el líquido no cuenta con un sistema propio, acabará por mezclarse con químicos, aceites o sedimentos.
  • Fugas. Son el resultado de una rotura en las tuberías o de un mal uso de las mismas. En cualquier caso, acaba aflorando un vertido que podría dañar el entorno de la instalación.
  • Atascos. Se trata de otro problema común en las tuberías. Estas, por un mal mantenimiento, almacenan desechos en el interior que acaban por taponarlas. Al final, el agua no avanza, lo que eventualmente desencadenará una fuga.
  • Mal diseño. Pese a no ser un error recurrente, es de los más graves. Un sistema que no está correctamente concebido acaba fallando antes o después. Por ejemplo, dará lugar a que diferentes tipos de aguas, sucias y limpias, entren en contacto.

Uso y mantenimiento de sistemas de drenaje

El uso de los sistemas de drenaje en la industria tiene como finalidad el dewatering de los productos. Esto es, se trata de destruir el recipiente para gestionarlo, pero sin que su contenido sea vertido a cualquier lugar. Esto solo conduciría a restar eficiencia al proceso. Al fin y al cabo, una parte importante de los residuos, los líquidos, no reciben un tratamiento apropiado.

En cuanto al mantenimiento que deberías llevar a cabo, este debe ser lo más completo posible. El primer paso que debes acometer es la revisión periódica. La finalidad de tal acción es comprobar el estado de la instalación para prevenir posibles fallos o daños.

Asimismo, procura efectuar limpiezas cada cierto tiempo, sobre todo, en las rejillas. En ellas tienden a acumularse sedimentos voluminosos que pueden atravesarlas. Si no los retiras, acabarán obstaculizando la circulación del agua y sufrirás una rotura de las tuberías. Una forma de descubrir posibles taponamientos es practicar sondeos.

Pese a los trabajos de prevención, en algún momento te toparás con una obstrucción. Si bien puede convertirse en un problema mayor, tiene una sencilla solución. En el mercado existen numerosos desatascadores que acaban con los elementos que impiden el paso del agua. Ya sea grasa acumulada o algas, podrás desprenderte de ellas sin dejar rastro.

El drenaje en la industria

Industrias como la alimentaria, la química o la automotriz recurren a soluciones para drenar. Todas ellas comparten la necesidad de gestionar diferentes tipos de líquidos, desde agua hasta aceites. Si no los manejan como es debido, acabarán por afectar a la producción de manera negativa.

De hecho, es un sistema crítico para la infraestructura industrial. Ten en cuenta que contribuye a la gestión segura, tanto del agua como de otros líquidos. Evita que se mezclen, se desparramen por las zonas de trabajo o que acaben contaminando el entorno.

Por ejemplo, no retirar los líquidos en la industria alimentaria es problemático. No solo tendrías sangre acumulada en las salas de matanza del ganado, sino que los olores no se dispersarían con facilidad. En consecuencia, el lugar de trabajo sería menos seguro, pues el riesgo de contraer enfermedades aumentaría, entre otros peligros.

Disponer de un sistema de calidad te reporta los siguientes beneficios:

  • Inhibes la formación de inundaciones en áreas críticas y, con ellas, esquivas daños en equipos sensibles a los líquidos como, por ejemplo, los ordenadores.
  • La infraestructura de una fábrica no queda expuesta a la corrosión que causa el agua.
  • Los procesos industriales mantienen su eficiencia, en especial aquellos que se desarrollan en seco.

A su vez, existen diferentes métodos de drenaje y destrucción de productos. No tienes por qué embarcarte en un gran sistema si no lo necesitas. Por ejemplo, en Runi contamos con compactadoras para separar los envases de sus líquidos. Gracias a ellas, mantienes ambos residuos diferenciados e impides que se dispersen.

Tipos de drenaje industrial

En función de la industria de la que se trate y de sus particularidades, se recurre a un sistema o a otro. De este modo, logramos resultados de calidad, que garantizan el buen funcionamiento de las instalaciones. De entre todos los tipos, los más reseñables son los que siguen:

  • Aceitoso. Su finalidad es desalojar aguas no corrosivas que entraron en contacto con hidrocarburos.
  • Pluvial. Es un sistema que previene la acumulación de lluvia en los tejados. Además, contribuye a reutilizarla atendiendo a los requerimientos de la industria. De esta manera, no se desperdicia.
  • Químico. Retira el agua que ha entrado en contacto con productos ácidos, alcalinos o tóxicos. En estos casos, es indispensable evacuar los líquidos de manera segura, tanto para los trabajadores como para el medio ambiente. De lo contrario, los daños podrían ser muy lesivos.
  • Sanitario. Sirve para retirar aguas negras y de servicio que provienen de la actividad diaria de hospitales y otros centros médicos.
  • Puntual. Están diseñados para recoger líquidos en un único punto que, por lo general, suele estar señalado en el suelo. Tienen capacidad para cantidades pequeñas.
  • Lineal. Consta de diferentes puntos de captación, pues no es posible recurrir a uno solo. Dadas tales características, conviene disponer varios a lo largo de la superficie total del edificio.

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