Parámetros para conocer la calidad del compost
Reconocer la calidad del compost te ayuda a encontrar el mejor. Igualmente, te permite saber si el que estás produciendo es bueno o no, algo indispensable para la agricultura. Si el proceso ha sido el adecuado, conseguirás un producto final rico en nutrientes. De lo contrario, estarás ante un material que no mejorará las características del suelo. Para no equivocarte, presta atención a las indicaciones que te mostramos en este contenido.
Calidad del compost: cómo reconocerla
La calidad está condicionada por varios elementos que actúan como indicadores. Estos te revelan si el compost está en buen estado o si sus características son las esperadas. Por regla general, con una revisión visual podrás diferenciar uno en malas condiciones de otro que está perfecto. Los siguientes factores son fundamentales. Toma nota.
Aspecto y olor
Debe tener un color marrón oscuro o negro con una textura similar a la de la tierra. Debe ser una textura homogénea al tacto. En cuanto al olor, lo ideal es que resulte agradable y fresco, parecido al que apreciarías en un bosque. De hecho, el aroma desagradable es un síntoma inequívoco de que el compost es de mala calidad. Es una muestra de que el proceso de descomposición no ha concluido o de que la gestión no se ha llevado a cabo bien.
Piedras y gravas
Su presencia alerta de que el compost es de mala calidad por varias razones. La principal es que las piedras, sobre todo las grandes, ralentizan el crecimiento de las raices de las plantas. Incluso alteran la textura del sustrato y tanto el manejo como la aplicación resultan más costosos.
Asimismo, si hallas ambos elementos, lo más probable es que el proceso de producción fuera deficiente. Es decir, no se prestó mucha atención a los materiales empleados para el compostaje. Sin embargo, puedes retirar las piedras y las graves mediante un cribado, lo que ayudará a elevar la calidad.
Composición química y microbiológica
Lo ideal es que exista un equilibrio adecuado entre los nutrientes esenciales, como son el nitrógeno, el fósforo y el potasio. Más allá de estos, fíjate en que el pH es neutral o ligeramente alcalino y en que el nivel de metales pesados es bajo o inexistente. De este modo, la capacidad fertilizante será buena.
Junto con lo anterior, la composición microbiológica debe ser diversa en cuanto a microorganismos beneficiosos. Deberían estar presentes bacterias, hongos y actinomicetos para que el compost sea de calidad.
Parámetros para saber la calidad del compostaje
Aparte de las características anteriores, has de prestar mucha atención al compostaje en sí. Este debe estar sujeto a ciertos parámetros para garantizar que el proceso es óptimo. Gracias a ellos, conseguirás que el compost resultante sea de buena calidad.
Materia orgánica
Resulta preferible que la materia usada sea diversa, es decir, que provenga de diferentes residuos. Desde restos de cocina a hojas y ramas, cada uno aportará unos nutrientes y microorganismos específicos. Al optar por la variedad, sientas las bases de un compost de calidad. Asimismo, procura que los materiales estén triturados para facilitar su descomposición.
A modo de referencia, debes atender a que la materia orgánica total sea del 35 % o del 50 %.
Humedad
Es un factor crucial para que la descomposición se lleve a cabo. Sin embargo, conviene que seas preciso. Para empezar, el compost nunca estará empapado, sino que la humedad permanecerá en torno al 30-40 %. Notarla es más sencillo de lo que parece. Si aprietas un puñado, comprobarás que no gotea agua.
Capacidad de retención del agua
Si la retención del agua está en unos parámetros aceptables, no te costará mantener la humedad. Las cifras de referencia son 40-50% para que el proceso se mantenga dentro de lo razonable. Para lograrlo, debes emplear materiales que retengan líquido, como el estiércol o las hojas verdes. Eso sí, no te olvides de airear para evitar excesos.
Densidad aparente
Es un factor que te indica la cantidad de materia orgánica por unidad de volumen. En términos generales, gramos por centímetro cúbico. Si te mantienes en unos parámetros razonables, garantizarás la correcta circulación del aire y una buena actividad microbiana. Por ello, resulta indispensable preservar el equilibrio.
Una densidad alta impedirá la aireación y la descomposición será muy lenta. Si es baja, pasará lo contrario. Así que, deberías permanecer entre los 0,4-0,7 gramos de material por centímetro cúbico.
Salinidad
Una salinidad alta no es deseable, dado que afecta de manera negativa a los microbios. El mineral mata o dificulta el crecimiento de la mayoría de los microorganismos. Una forma de prevenir tal circunstancia pasa por no añadir alimentos muy salados o cenizas de madera tratada con productos químicos a la compostadora.
pH
Con un buen nivel de pH favoreces el desarrollo de la actividad microbiana. Por regla general, mantente en unos valores de 7 o 7,5 para estimular el proceso de descomposición.
Relación C/N
Hace referencia a la proporción de carbono respecto al nitrógeno. El rango idóneo se sitúa por debajo de 15-20 para inhibir los desequilibrios en el compostaje. Ten en cuenta que si la relación es alta, la descomposición se enlentecerá y disminuirá la temperatura. En caso de ser baja, las emisiones de amoniaco se dispararán, lo que generará mal olor.
CIC
Por último, CIC es la capacidad de intercambio catiónico y alude a la habilidad del compost para retener y liberar nutrientes. El rango adecuado es de 23-32 miliequivalentes (mEq) por cada 100 gramos de material.
Otras consideraciones
Más allá de los parámetros que acabas de ver, es importante que utilices una buena compostadora. No solo te ayudará a mejorar la gestión de residuos, sino que resulta determinante para que la descomposición sea un éxito. Una de las marcas más recomendadas del momento es ECOPANS.
Esta empresa fabrica maquinaria diseñada para el compostaje comunitario en un ambiente aeróbico. Esto se consigue mediante un flujo constante de aire y el movimiento de los materiales. De este modo, obtendrás un compost de alta calidad con apenas esfuerzo.