Reciclaje en la hostelería: situación general y recomendaciones
El reciclaje en hostelería es una parte del trabajo que no debes olvidar. Servir platos sabrosos a los comensales es indispensable, pero gestionar los residuos de manera adecuada también lo es. Y, aunque no lo parezca, un restaurante genera una gran cantidad de restos que hay que reciclar.
Reciclaje en la hostelería
Dada la actividad que realiza, en la hostelería se produce una variedad significativa de residuos, desde plásticos de embalaje hasta los restos de comida. Ante tal cantidad, es imperativo acometer una separación concienzuda para reciclarlos siempre que sea posible. De lo contrario, acabarán todos en la basura sin más, algo que tendría un impacto negativo en el medio ambiente.
Asimismo, adoptar prácticas de reciclaje en tu restaurante contribuye a fortalecer su reputación. La razón es muy sencilla: cada vez más comensales valoran la sostenibilidad de los establecimientos. Sin embargo, no basta con aplicar ciertas iniciativas, el compromiso debe ser sincero y basado en hechos. Solo así, es posible conseguir un incremento de los clientes.
Junto con lo anterior, una correcta gestión de los residuos y de su reciclaje te permite ahorrar costes. Piensa que algunos materiales, como el papel, el plástico o el cartón, ocupan mucho volumen si no se tratan de manera adecuada. Solo esto hará que debas destinar espacio para almacenarlos y llenarás los contenedores en poco tiempo.
Puntos clave para el reciclaje en el sector de la hostelería: materiales a reciclar
Sin duda, los materiales son el punto clave a la hora de planificar las tareas de reciclaje de cualquier establecimiento. Para conseguir buenos resultados, debes empezar por analizar cuáles se generan en tu restaurante. A grandes rasgos, te encontrarás con estas cuatro categorías:
- Residuos orgánicos, como los restos que se producen durante la elaboración de los platos. Un ejemplo sería la grasa sobrante de una pieza de carne.
- Vidrios. Por regla general, provienen de botellas o de vasos que se han roto.
- Plásticos utilizados para envolver los alimentos o usados en procesos específicos, como la cocina al vacío.
- Químicos. Son los más difíciles de gestionar por lo agresivos que son. Los restos de los materiales de limpieza son un buen ejemplo.
Gracias a esta clasificación, no te costará separar los residuos para manejarlos con una mayor eficacia. Sin embargo, hay otra que puedes aplicar y que se divide en cuatro grupos: materiales reciclables, no reciclables, orgánicos y grasos. Un ejemplo de cada uno de ellos serían las hojas usadas para las comandas, el papel de aluminio contaminado con restos de comida, los alimentos no consumidos y el aceite de cocina.
Cada grupo, sin importar la forma de categorizarlos, merece y tiene un tratamiento adecuado. De este modo, podrás asignarles el proceso de reciclado, siempre que sea posible, más ajustado a su naturaleza.
Recomendaciones para un adecuado reciclaje y gestión de residuos en la hostelería
La gestión de residuos en un restaurante reclama un plan que estará adaptado a la realidad del negocio. Al fin y al cabo, la especialización del sector es tal que los requerimientos de una cadena de hamburgueserías no serán los mismos que los de un bar que sirva comidas. Al conocer tu situación, podrás desarrollar una planificación ajustada a ella.
Otra recomendación muy útil es establecer estaciones de reciclaje. Estas se sustancian en contenedores etiquetados y separados para almacenar cada residuo. Si los dispones de manera estratégica por el local, los integrarás en el flujo de trabajo diario. Eso sí, cerciórate de que todos los empleados saben dónde se ubican.
Junto con lo anterior, la formación del personal es fundamental para maximizar el reciclaje. Ten presente que si la plantilla del restaurante no tiene unos conocimientos básicos, no sabrán cómo actuar. Capacitarles es la forma más simple de evitar equivocaciones y de garantizar que la planificación se cumple con suficiente rigurosidad. A su vez, serán conscientes de las categorías de residuos y de dónde colocar cada uno.
Algunos residuos son más peligrosos que otros. Es el caso de las grasas y aceites. Su impacto en el medio ambiente es muy negativo, dado que son capaces de contaminar grandes volúmenes de agua. Para prevenirlo, implementa un sistema de recogida o uno de compostaje, siempre que sea posible.
Por último, si quieres que la gestión sea excelente, efectuar auditorías de las actividades que realices puede ser interesante. Las suelen acometer especialistas que detallarán los puntos débiles que encuentren en tu planificación. Así, mantendrás un alto estándar de calidad y perpetuarás la mejora continua en los procesos de tu negocio.
Maquinaria de gestión de residuos en la hostelería
Ya sea para el reciclaje de vidrio en un bar o de cartón en un hotel, la maquinaria simplifica la gestión de residuos. Un equipo que no debería faltar son las compactadoras, ya que te permiten aminorar el volumen de algunos desperdicios. Son esenciales para optimizar el uso del espacio de almacenamiento.
Las máquinas de compostaje son muy útiles para manejar los restos de los alimentos. Desde cáscaras de huevos a huesos de aceituna, puedes convertirlos en fertilizante natural. De este modo, cierras el ciclo de los residuos orgánicos, dado que los descompones como sucedería en la naturaleza. Si pones en práctica este proceso, podrás mantener un jardín en el establecimiento o cultivar tus propias verduras.
Para terminar, los separadores de residuos introducen un componente de automatización en la gestión. Proveen de eficiencia y sencillez al encargarse de colocar cada residuo en su lugar. De este modo, no se producirán contaminaciones cruzadas ni equivocaciones.
Alquiler y venta de compactadoras
Si tuvieras que adquirir una sola máquina, procura que sea una compactadora. Se trata de un equipo versátil, con numerosos modelos y que te ayuda a solventar los problemas de almacenamiento. El cartón, el papel, el plástico o las latas usadas dejarán de ocupar todo el espacio disponible.
Ya sea el alquiler o mediante una compra, las compactadoras son una pieza que no puede faltar. No importa que tengas un pequeño restaurante, con las de tipo vertical no tendrás problemas. Son fáciles de instalar y ocupan pocos metros cuadrados. Y si tienes mayores necesidades, las hay de más tamaño y capacidad.