¿Qué países reciclan más? Las economías más verdes del mundo
Las economías más verdes demuestran al mundo que abrazar la sostenibilidad da frutos. Algunos países han adoptado diferentes políticas que están dando muy buenos resultados. Todo, gracias a la búsqueda de un modelo que garantice un mejor futuro para sus habitantes. En las próximas líneas, ahondamos en sus detalles.
¿Qué significa ser una economía verde?
Se trata de un modelo económico que persigue el desarrollo sostenible a partir de la integración de prácticas que protejan el medio ambiente. Un enfoque así implica un cambio profundo en los procesos productivos y el consumo de los bienes que se fabrican. En definitiva, se aspira a mitigar al máximo los posibles impactos negativos que pudieran alterar los ecosistemas de manera dramática.
Cuando un país apuesta por una economía verde, se compromete a adoptar y a implementar políticas y estrategias muy concretas. Un buen ejemplo de ello es la transición del uso de fuentes de energía contaminantes a otras que sean renovables. Es decir, se dejan atrás el carbón o el petróleo para reemplazarlos por las energías solar o eólica.
Además, se promueve la economía circular como forma de minimizar los residuos a través del reciclaje y la reutilización. Se pone el foco en la fabricación sostenible, al tiempo que se incentiva a las industrias para que sean limpias. Esto se puede conseguir gracias a la innovación tecnológica o a mejoras en la eficiencia de los procesos productivos.
Sin embargo, no termina en las políticas, ya que existe una vertiente social de la economía verde. Ten en cuenta que el cambio debe ser inclusivo y justo para aminorar la desigualdad y no mermar la generación de empleo de calidad. Incluso, se diseñan currículos educativos para concienciar a los pequeños sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
Por tanto, ser una economía verde no solo comporta beneficios para la naturaleza, sino que fomenta un cambio social destinado a mejorar la calidad de vida.
Los países que lideran en reciclaje y sostenibilidad
El reciclaje en el mundo avanza, sobre todo, entre los países europeos. Según los datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), Alemania, Austria, Corea del Sur, Eslovenia, Países Bajos y Suiza son los Estados que más reciclan. Para que te hagas una idea, su tasa supera el 50 %. En otras palabras, la mitad de los residuos que producen son tratados para no desperdiciarlos.
Si te preguntas qué país recicla más de entre los anteriores, el ganador es Alemania. Su tasa se sitúa en el 56,1%, aunque existen algunas regiones que superan esta media. Por ejemplo, Estiria recicla el 63 % de los residuos que genera, lo que la erige en todo un referente mundial. De hecho, no es raro encontrar especialistas de todo el mundo visitando el estado para estudiar sus secretos.
Claves del éxito de los países más verdes
Por suerte, el éxito que han tenido los anteriores países puede replicarse en otros. Lo que han conseguido se basa en una serie de claves y pilares que es posible conocer. Eso sí, es imperativo un fuerte compromiso y tiempo para igualar los resultados. A continuación, te mostramos algunos de los factores que merecen tu atención:
- Políticas públicas robustas. Adoptar un marco legal que promueve las renovables, la eficiencia energética y la reducción de las emisiones son varios ejemplos. Para potenciarlos, los países exitosos incluyen incentivos fiscales y subvenciones, tanto para empresas como para ciudadanos. Así, se logra movilizar a buena parte de la sociedad.
- Inversión en innovación tecnológica. Sin el desarrollo de nuevas soluciones es imposible alcanzar los ambiciosos objetivos que se marcan algunos países. Ten presente que, en muchos casos, hay que sustituir tecnologías actuales por otras menos contaminantes. Si no se apoya el proceso de reconversión, el riesgo de fracaso aumenta, lo que actuaría en detrimento de las políticas verdes.
- Ciudadanos comprometidos. Los países más verdes suelen tener una conciencia mayor de la importancia del cuidado medioambiental. Esto lo puedes apreciar en que la población se decanta por un consumo responsable y en que la gestión de residuos está muy desarrollada. A su vez, la educación ambiental está extendida y las campañas públicas contribuyen a promover el compromiso de los habitantes.
- Participación del sector privado. Las empresas juegan un papel activo en materia de sostenibilidad. Tienden a adoptar estándares de producción limpia, así como estrategias de responsabilidad social corporativa efectivas. Al mismo tiempo, la colaboración con los gobiernos a fin de alcanzar objetivos comunes es mayor.
¿Qué pueden aprender otros países?
El resto de países del planeta tienen mucho que aprender de los más exitosos. Uno de los aspectos más reseñables es el valor de las políticas y de las leyes ambientales. No basta con aplicarlas sin más, sino que es preciso darles un tiempo de desarrollo y adaptarlas a la realidad del país. Esto es, una norma bien hecha, con un marco claro y buenos incentivos resultará más efectiva que otra aprobada sin ningún análisis ni objetivo.
En este punto, es importante entender que la inversión estratégica es fundamental. Se deben destinar recursos, tanto públicos como privados, a proyectos que vayan a tener un fuerte impacto. Lo idóneo es que el retorno que se pueda obtener sea mucho mayor al dinero destinado. De este modo, se podrán desarrollar tecnologías estratégicas, desarrollar infraestructucas más sostenibles o avanzar a buen ritmo hacia la digitalización.
Los beneficios de liderar en reciclaje y sostenibilidad
Entre los más evidentes, destacan los que siguen:
- Protección del medio ambiente. Liderar en reciclaje reduce la acumulación de residuos en vertederos, rebaja la contaminación del suelo, agua y aire, y preserva los ecosistemas. Además, respalda la conservación de los recursos naturales al reutilizar materiales como plástico, vidrio, papel y metales.
- Mejora de la calidad de vida. La sostenibilidad propicia que las ciudades sean más limpias, saludables y habitables, lo que hace descender los riesgos para la salud derivados de la contaminación. Igualmente, se crea una conciencia ciudadana sobre la relevancia de cuidar el entorno.
- Impulso económico. La economía circular, basada en el reciclaje y la sostenibilidad, da lugar a nuevas oportunidades de negocio y empleo en sectores como la gestión de residuos, la innovación tecnológica y la manufactura sostenible. Este modelo también rebaja los costos al optimizar el uso de los recursos.